Paciente con MIS-C recibe atención crítica en el Hospital de Niños de UC Davis

Experiencia pediátrica ayuda a detener el síndrome fatal relacionado al COVID-19

(SACRAMENTO)

Los primeros signos que tuvo Santiago Alvarado, de 6 años, del Síndrome Inflamatorio Multisistémico en Niños (MIS-C) fueron algunos simples escalofríos. MIS-C es una enfermedad grave asociada con el COVID-19 que afecta a los niños.

Madre tomándole la mano a un niño
Madre tomándole la mano a un niño

“Estaba jugando afuera y dijo, ‘Mamá, tengo frío’. No estaba interactuando con los otros niños. No parecía el mismo”, dijo sobre Santiago su madre, Yesenia Alvarado.  Yesenia pensó que probablemente fuera la gripe.  Era enero, que típicamente es la estación de la gripe.

Yesenia no quería pensar que era el coronavirus y realmente no quería pensar en MIS-C.  Ya había leído sobre lo grave puede ser y cómo puede afectar a niños de entre 4 y 12 años.  Estaba preocupada.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indicaron que hasta el 1 de febrero, 2021, en Estados Unidos se detectaron más de 2,000 casos considerados como MIS-C.  El informe de CDC agrega que California fue el estado más afectado, con más de 250 casos reportados. La enfermedad ha afectado desproporcionalmente a niños afroamericanos y latinos/hispanos.

A la Sala de Emergencias (ER) con una fiebre de 105 grados

Con el paso de los días la condición de Santiago empeoró. Fiebre. Dolor de estómago. Un sarpullido con pequeñas marcas rojas en el estómago y la espalda.

Desde su casa en Stockton, Yesenia tuvo una visita por video con el pediatra local de su hijo, quien sugirió que fueran a una cita en persona al día siguiente.  Sin embargo, al día siguiente Santiago estaba mucho peor, con vómitos, diarrea y una fiebre de 105 grados que no bajaba con Tylenol o ibuprofeno.  Tenía los ojos y las manos rojas. Se quejaba de dolores de cabeza.

Yesenia lo llevó a la sala de emergencias en Adventist Health Lodi Memorial, donde le hicieron una prueba de COVID-19. El resultado dio positivo y de ahí lo trasladaron al Hospital de Niños de UC Davis para la atención especializada que necesitaba.  Esto es posible gracias a las alianzas centradas en el paciente que UC Davis Health ha formado con más de 24 hospitales en el Norte de California como parte del trabajo del sistema académico de salud para mejorar el acceso a atención médica en toda la región.

“Los síntomas comunes que vemos con MIS-C son fiebre, sarpullidos y signos gastrointestinales como vómitos y diarrea. Pero hay muchos sistemas que pueden estar afectados, incluyendo los de los pulmones, los riñones, y hasta el cerebro y el corazón. Estos niños tienden a estar realmente enfermos, de manera que a los padres no les pasará inadvertido”, dijo Natasha Nakra,  médica especializada en enfermedades infecciosas pediátricas en el Hospital de Niños de UC Davis, cuyo equipo ha tratado cerca de 24 casos de niños con MIS-C.

Dos aplicaciones de terapia IVIG

Santiago fue diagnosticado con MIS-C en base a la fiebre y el impacto multisistémico de la condición. Esto fue confirmado con pruebas de laboratorio que mostraron niveles marcadamente elevados de inflamación.  Un análisis de sangre confirmó una previa infección de COVID-19.  El paciente recibió una terapia de inmunoglobulina intravenosa (IVIG), que se usa en casos de enfermedades graves. También fue tratado con esteroides y dosis bajas de aspirina como anticoagulante porque los pacientes con MIS-C tienen un riesgo elevado de desarrollar coágulos de sangre.

“Los niños generalmente responden muy bien a la terapia, con una pronta resolución de la fiebre y sintiéndose mejor”, dijo Nakra. “Si no responden a esta primera línea de terapia, hay otros tratamientos que podemos ofrecerles”.

En el caso de Santiago, necesitó la terapia de IVIG dos veces – pero después se sintió mucho mejor.

“Con esa segunda dosis, el sarpullido desapareció. Dejó de quejarse de todo malestar y los dolores de cabeza se acabaron”, dijo Yesenia Alvarado.

Santiago estuvo internado 10 días y después fue dado de alta para ir a su casa.  

“Fue nuestra primera vez en UC Davis, y fue una experiencia increíble”, dijo Yesenia Alvarado.  “Todos fueron tan buenos con nosotros”.

Controles después de MIS-C

Santiago ha recibido atención de seguimiento con el equipo de cardiología pediátrica de UC Davis Health  para controlar su función cardíaca ya que MIS-C puede crear inflamación en las arterias. Dos semanas después de haber sido dado de alta, un ecocardiograma mostró que su corazón estaba funcionando normalmente, pero Santiago sigue tomando dosis bajas de aspirina.

“Santiago parece haber vuelto a la normalidad”, dijo Yesenia Alvarado. “Advertimos un cambio en su apetito desde que recibió esteroides.  Tenía mucha hambre, pero fuera de eso ha vuelto a ser él mismo.  Estamos agradecidos”.