ATAQUE AL CORAZÓN DE LA FAMILIA

“Tu corazón no suena bien.”

Fue el comentario durante una noche de cine en familia en el 2019 el que le salvó la vida a Alan Pham.

Alan recién había tenido su examen físico anual unos meses antes, en el que se suponía que su médico de atención primaria iba a monitorear el soplo cardíaco leve que se detectó por primera vez en el 2014. Parecía que no había problemas importantes.

“Pero, ¿te han realizado un ecocardiograma?” le preguntó su esposa, una ecografista. No, nunca. De hecho, no se había realizado ningún estudio en absoluto desde el electrocardiograma (ECG) que su médico de atención primaria le había hecho en el 2014. Ni siquiera había consultado nunca a un cardiólogo.

Alan se realizó un ecocardiograma, y su esposa estaba en lo correcto.

Tenía una regurgitación de la válvula mitral grave. La válvula mitral de Alan no cerraba del todo, y un porcentaje de la sangre que se bombeaba de su ventrículo izquierdo, la cámara de bombeo principal del corazón, estaba filtrándose hacia atrás a la cámara superior, la aurícula izquierda.

Su médico le derivó a un especialista cardíaco que fue directamente al grano: “He visto su ecocardiograma. Necesita una cirugía a corazón abierto para reemplazarle la válvula mitral.” Quería operar de inmediato.

Alan estaba sorprendido. Hacia un corto tiempo se le había dicho que no había nada de qué preocuparse. Un estudio después, se le estaba diciendo que tenía que someterse a una operación a corazón abierto con una probabilidad de muerte del 10%.

“Esto es una locura,” pensó Alan. Fue entonces que decidió tomar cartas en el asunto de su salud.

Su familia se había quedado con el mismo plan de atención médica por costumbre. Ahora, parecía que la atención supuestamente cómoda era a costa de la calidad.

El cambio que lo cambió todo

Para encontrar la mejor atención posible, su esposa activó su red de amigos en el trabajo y Alan comenzó a investigar en línea. En su búsqueda, un nombre seguía surgiendo: Dr. Bob Kiaii, el jefe de cirugía cardiotorácica en UC Davis Health, y un pionero de renombre mundial en cirugía mínimamente invasiva con cientos de procedimientos en su haber.

Afortunadamente, era el período de inscripción abierta, y se cambiaron para recibir su atención en UC Davis Health.

En su primera cita con su nuevo médico de atención primaria de UC Davis Health, el Dr. Jason Chang, Alan quedó impresionado. “Mi otro médico me daría 15 minutos, a lo sumo. El Dr. Chang pasa 45 minutos conmigo cada vez.”

Después de su primera cita, el Dr. Chang derivó a Alan al Dr. Kiaii.

A Alan se le hicieron cuatro estudios antes de que tan siquiera se mencionara una cirugía.

El Dr. Kiaii le dijo que, en lugar de una cirugía convencional a corazón abierto, en que se cortaba el esternón que podría ser más traumático y requería una recuperación mucho más larga, él podía realizar la misma operación de forma mínimamente invasiva a través del espacio en las costillas con asistencia robótica. Además, sugirió que esperaran hasta julio de 2020 cuando el riesgo de contagiarse de COVID-19 fuera más bajo.

“Estaba entre cirugías, y aún así se tomaba el tiempo para hablar sobre mi situación y lo que yo tenía en mente.”Alan

Salud desbloqueada

Dos días después de la cirugía, Alan estaba caminando. Luego de dos meses, estaba remodelando su patio trasero. Cuatro meses después, estaba jugando al golf, trotando y levantando pesas, “completamente de vuelta a la normalidad.”

Lo más increíble fue que, durante sus cuatro días postoperatorios en el hospital, a Alan le realizaron un ecocardiograma y radiografías a diario. Y el Dr. Kiaii le visitó todos los días. “Estaba entre cirugías, y aún así se tomaba el tiempo para hablar sobre mi situación y lo que yo tenía en mente.”

Para Alan, el tiempo extra de UC Davis Health le dio un tiempo de vida completamente nuevo.