Para alguien como Christina Kashiwada, no tener un plan no es una opción — ya se trate de planificar un plan de entrenamiento para su próxima carrera espartana, liderar a su equipo en el trabajo o crear un itinerario detallado para las vacaciones veraniegas de su familia.
Sin embargo, incluso los planes mejor concebidos pueden tardar años en diseñarse y solo segundos en desmoronarse.
Una crisis evitada
En 2017, California estaba sufriendo una emergencia sin precedentes. La presa de Oroville, la más alta en los Estados Unidos, tenía una falla en el sistema de desagüe. Si se rompía, una gran extensión del estado se inundaría y se correría el riesgo de una pérdida inimaginable de innumerables casas y, posiblemente, vidas.
Christina, una ingeniera de alto nivel con 16 años de experiencia en la División de Ingeniería del Departamento de Recursos Hidráulicos, fue de las primeras en llegar a la presa de Oroville con su equipo. Christina trabaja en el Proyecto Hidráulico del Estado, que se asegura de que las personas y las granjas de California tengan el agua que necesitan. Los ingenieros del Proyecto Hidráulico del Estado son expertos en llevar a cabo reparaciones y mejoras a las presas y los canales existentes, y, gracias a su dedicación, California sobrevivió a la crisis de la presa de Oroville y evitó una posible catástrofe.
La dedicación al trabajo y a la comunidad ha sido un impulso constante en la vida de Christina, pero hizo falta una crisis de salud para obligarla a dar un paso atrás y darse prioridad a ella misma otra vez.
Una emergencia propia
La fortaleza y determinación de Christina afrontaron pronto otra prueba. Mientras realizaba trabajo de campo en otro viaje de trabajo de dos días, Christina sintió comezón en una zona del pecho, y notó lo que pensó que era una espinilla formándose en la mama izquierda. Sin darle importancia, se fue a dormir y siguió con su viaje de trabajo.
Aproximadamente un mes después, la comezón y la espinilla regresaron. Nada había cambiado excepto su irritación, pero se lo contó durante una cena a su tía, la directora de Radiología en otro sistema de salud, que casualmente estaba en la ciudad esa noche.
Pese a tener ya programado previamente un examen anual con su ginecóloga, Christina recuerda que su tía le insistió en que se lo hiciera examinar sin dilación. “Recuerdo su cara muy claramente...insistió en que llamara a mi médico de inmediato,” dice Christina.
La carrera por obtener respuestas
Todo sucedió muy rápido de ahí en adelante, incluso para los criterios de Christina, acostumbrada a hacer malabarismos con los horarios escolares y de actividades de sus hijos. Después de consultar a su ginecóloga en UC Davis Health en menos de una semana, se le hizo una mamografía, tras la que se solicitó una ecografía, y después de esta, una biopsia, todo en un lapso de 48 horas.
Los resultados de la biopsia confirmaron lo que nadie podía haber previsto: a los 36 años de edad, Christina tenía cáncer de mama.
“La concienciación sobre el cáncer de mama no solo es durante el mes de octubre. Busque un equipo de atención médica en el que confíe, y si encuentran algo, abogue por si mismo y no tenga miedo de pedir ayuda.”—Christina
Donde la atención no conoce límites
La respuesta a “¿Qué va a pasar ahora?”, no es una tarea fácil. No obstante, el equipo de atención de UC Davis Health, liderado por su oncóloga, la Dra. Candice Sauder, respaldó a Christina desde el principio. Podía hacer cualquier pregunta que quisiera, cuando quisiera, y se le darían respuestas que le tranquilizaran y le hicieran sentir segura. Los médicos nunca le hicieron sentir apurada en sus citas ni que era tan solo un número más. Le brindaron la atención que ellos mismos querrían recibir, y esa gentileza se extendió al sistema de apoyo en casa de Christina.
“Hasta el día de hoy, cuando me encuentro con la Dra. Sauder en el pasillo, me dice “¿Cómo están tus padres?, Como si nos recordara a todos”, dice Christina.
Los padres de Christina estuvieron a su lado desde el principio, acudiendo a todas las citas y aferrándose a cada palabra de los médicos, sin que ningún detalle fuera demasiado pequeño para ser ignorado. Su padre llevaba una carpeta llena de registros sobre cada una de las citas, cada una de las notas y cada siguiente paso, sabiendo que, aunque no podía dar esos pasos en lugar de su hija, sí podía asegurarse de que ella nunca los diera sola. Su madre se tomó tiempo libre del trabajo hasta que Christina terminó la quimioterapia para asegurarse de que podía estar ahí para lo que ella necesitara. Se encargó de cocinar todas las comidas para asegurar que su hija y sus nietos tuvieran la nutrición que necesitaban, ayudó a su hija a bañarse, le masajeó las manos y pies adoloridos de la quimioterapia, ayudó con los quehaceres domésticos, cuidó a sus nietos y proporcionó el tipo de abrazos que solo una madre puede dar.
El nuevo plan de cinco años
Los años que siguieron incluyeron cirugías y reconstrucción dirigidas por la Dra. Sauder y el Dr. Lee Pu, quimioterapia por la Dra. Helen Chew, radiación, y varias citas de seguimiento y tomografías. Sin embargo, gracias a la dedicación de su equipo de atención, el año 2024 marca el aniversario de cinco años de remisión de Christina.
A primera vista, todo en su vida parece haber vuelto a la normalidad. Ha regresado al trabajo, ha vuelto a correr y lleva otra vez a su hijos de una actividad a la siguiente. No obstante, si profundizamos un poco más, Christina le dirá que la misma persona que inició este recorrido no es la misma que ha llegado a su final.
“Soy una nueva persona. Empecé una nueva vida. Volví a ella, pero esta fue mi llamada de atención,” dice. Christina dio mucho de sí misma a su trabajo y sirviendo a su comunidad antes del cáncer. Pese a llevar un estilo de vida sano y activo antes, hoy su salud y tiempo para ella misma es aún más preciado. “Estoy tratando de ser una defensora de la medicina preventiva y de cómo uno puede ayudar a que su cuerpo esté sano ante todas las personas que conozco.”
Aunque la familia lo es todo, Christina cree firmemente que uno no puede cuidar y estar ahí para los que ama sin cuidar primero de si mismo. “La concienciación sobre el cáncer de mama no solo es durante el mes de octubre. Busque un equipo de atención médica en el que confíe, y si encuentran algo, abogue por si mismo y no tenga miedo de pedir ayuda.”