Hayleigh estaba en la cima del mundo. Tenía una hija maravillosa llamada Scarlett a punto de cumplir dos años. Un marido cariñoso, Aaron. Y una nueva bebé de camino. El embarazo de Hayleigh fue normal y, después de un parto normal, le dio la bienvenida a Ruby a este mundo.
Pero entonces, la intuición de una madre sobre su bebé, apenas recién nacida, terminaría salvando la vida de su hija.
De una gripe a soporte vital en 12 horas
Durante las primeras seis semanas de vida de Ruby, estaba cumpliendo todos los hitos del desarrollo. Pero unos días después de su examen médico de rutina de las seis semanas, Ruby se puso muy enferma de repente. Estaba aletargada, vomitaba e incluso le faltaba el aire.
Hayleigh y Aaron se preocuparon inmediatamente, pero supusieron que tenía esa horrible gripe que circulaba por ahí. Llámelo intuición de madre o amor de padre, pero decidieron llevar a Ruby al hospital...por si acaso.
El hospital local no tenía una unidad pediátrica, por lo que a Hayleigh y Ruby se les trasladó de inmediato al Hospital Infantil de UC Davis, el único hospital integral para niños de Sacramento de categoría nacional, y con una amplia lista de especialistas pediátricos. Ruby necesitaría de toda esa experiencia, porque cuando llegó, dejó de respirar por completo.
Los médicos descubrieron que Ruby tenía un defecto cardíaco congénito. Con premura, la colocaron en una máquina de oxigenación con membrana extracorpórea (ECMO), la forma más intensiva de soporte vital que realiza la función de los pulmones y el corazón. Los médicos descubrieron que la válvula aórtica de Ruby estaba deforme y tendría que reemplazarse, ya que sus órganos no estaban recibiendo suficiente sangre y oxígeno.
La familia de Ruby se reunió con la anestesióloga, Dua Anderson, y el cirujano cardíaco, Gary Raff, quienes les comunicaron que, aunque algo iba muy mal con el corazón de Ruby, ellos y el equipo del Hospital Infantil de UC Davis iban a poder ayudarla. El Dr. Raff explicó lo que estaba sucediendo, el plan de acción y cómo iban a mantener con vida a Ruby.
La máquina de ECMO mantuvo a Ruby estable unos días mientras el equipo se preparaba para la cirugía a corazón abierto. Y en horas de llevar a Ruby de vuelta al quirófano, el Dr. Raff y el equipo volvieron para dar a los padres y familia de Ruby la buena noticia de que el procedimiento había salido bien.
Ruby no estaba fuera de peligro todavía y tuvo que usar un respirador unas semanas más para recuperar sus fuerzas. Hasta tuvo que volver a aprender a hacer ciertas cosas, como tragar. Pero, uno por uno, sus sistemas y órganos empezaron a funcionar otra vez, demostrando a todos que Ruby era ya una luchadora.
“Quiero ser una doctora, como las que trabajan con familias, porque sé lo que es ser pequeño y que los médicos y los hospitales te pongan nervioso, pero me gustaría que uno se sintiera cómodo. Y me gustaría volver a UC Davis Health, porque me ayudaron muchísimo.”
La dedicación de un equipo de atención
Los dos meses que Ruby pasó en el hospital fueron un borrón absoluto para Hayleigh y su familia, pero ella siempre recordará la atención que recibieron del equipo en el Hospital Infantil de UC Davis.
“Cuidaron de nuestra familia tanto como cuidaron de Ruby,” explica Hayleigh.
El primer día en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, Hayleigh y Ruby conocieron a las doctoras Stephanie Mateev y Jennifer Plant, que mantuvieron a Ruby estable y a la familia al día sobre su atención, y esa primera impresión seguía con Hayleigh una década después.
“Fueron increíbles y muy pacientes,” dice.
Incluso cuando hubo problemas inesperados con la vesícula biliar y el conducto biliar de Ruby durante la recuperación, el Dr. Raff se negó a rendirse. Dijo: “la vamos a tener aquí [en el Hospital Infantil de UC Davis], y vamos a cuidar de ella,” recuerda Hayleigh. Y así lo hicieron.
Un médico en formación
Gracias al increíble equipo del Hospital Infantil de UC Davis, Ruby tiene ahora 10 años y toda una vida por delante. Pero ya sabe lo que quiere hacer.
“Quiero ser una doctora, como las que trabajan con familias, porque sé lo que es ser pequeño y que los médicos y los hospitales te pongan nervioso, pero me gustaría que uno se sintiera cómodo”, dice Ruby. “Y me gustaría volver a UC Davis Health, porque me ayudaron muchísimo.”