¿Qué hacer para tratar y prevenir un ataque cerebral?
Los médicos pueden recurrir a medicamentos, cirugías y otros métodos para tratar con urgencia un ataque cerebral
Una vez que los médicos han confirmado que él o la paciente está sufriendo de un ataque cerebral, el tratamiento dependerá del tipo de derrame, ya sea isquémico o hemorrágico. En algunos de los casos, se podrá realizar el tratamiento por medio de medicamentos, el control de la presión arterial, y en otras instancias, los pacientes deberán ser sometidos a cirugías.
Pero algo tan importante como el tratamiento urgente de un ataque cerebral, es la prevención. Los expertos instan que el riesgo de sufrir un ictus, o accidente cerebrovascular, puede reducirse considerablemente con la implementación de prácticas saludables en el estilo de vida.
Datos sobre estos tratamientos y las modificaciones en los hábitos de vida cotidiana son detallados a continuación, por la Dra. Alejandra Márquez-Loza, neuróloga de UC Davis Health, en este breve cuestionario.
¿Cómo se trata un ataque cerebral?
Un ataque cerebral se trata de diferentes maneras dependiendo del tipo de derrame. Si es un ataque isquémico, podemos utilizar un medicamento anticoagulante de dosis fuerte. Este medicamento se conoce como activador tisular de plasminógeno (TPA, por sus siglas en inglés) y puede ayudar a reducir los coágulos de sangre que interrumpen el flujo sanguíneo hacia el cerebro. También podemos recurrir a cirugías para mover el coágulo directamente. Cuando se trata de un derrame hemorrágico, el procedimiento es distinto. Por lo general, primero debemos identificar si hay una anormalidad en el vaso sanguíneo. Si no la hay, utilizaremos medicamentos para bajar y controlar la presión arterial; de esta manera procuraremos evitar que el paciente desarrolle la hipertensión y prevenir que el derrame empeore.
¿Se puede reducir el riesgo de sufrir un ataque cerebral?
Sin ninguna duda, las personas pueden tomar pasos para reducir el riesgo de sufrir un ataque cerebral. Sabemos que actualmente el 80% de los riesgos como la presión alta, los niveles de colesterol y la diabetes, se pueden modificar o mantener controlados en niveles normales, por medio del estilo de vida del paciente, y así ayudar a prevenir los derrames. Por ejemplo, es importante tener una buena dieta, como la mediterránea, que incluye muchos vegetales y poca carne roja. Este hábito alimenticio puede ayudar a controlar el colesterol, el azúcar y la presión alta. También recomendamos que hagan ejercicio. Tan sólo caminar 30 minutos al día, cinco veces a la semana, puede ayudar a disminuir el riesgo de sufrir de un derrame cerebral.
¿Qué más podemos hacer para reducir el riesgo?
A parte de modificar los hábitos de estilo de vida, es muy importante que las personas visiten a su doctor de cabecera por lo menos una vez al año. Las visitas al médico ayudan a mantener un registro del nivel de colesterol del paciente. Le revisan la presión (para asegurar que no esté alta) y así ayudar a prevenir que la persona sufra de un derrame o accidente cerebrovascular.